TESTIMONIO: LEANDRO MEDUS
Desde chico la curiosidad me ha llevado por diversos caminos... así, todo aquello que he podido desarmar, casi seguro que no ha podido volver a funcionar jaja pero estos pequeños disparadores siempre me han motivado para explorar nuevas opciones.
Encontrándome en mi último año del colegio secundario, especialidad técnico mecánico electricista, presentía que mi camino era algo difuso, habían cosas con las que soñaba, pero no sabía si eran realmente lo que deseaba. Por este motivo, me recomendaron a Celia y Marcela, quienes me presentaron un abanico gigante de posibilidades.
Siendo una persona bastante estructurada y decidida, mediante un par de sesiones había restringido mi búsqueda a cuatro opciones, ingeniería en informática, ingeniería electrónica, bioingeniería y tecnicatura en robótica. Todas poseían algún punto en común, pero todas apuntaban a lugares distintos, así que mediante el contacto que me brindaron con otros estudiantes avanzados, pude al menos tener una referencia de la experiencia personal en alguna de estas carreras. Y tengo que reconocer, que esto también me ayudó mucho.
Finalmente debido a que me interesaba mucho la robótica, decidí incursionar mi camino en la bioingeniería. Los primeros 3 años fueron un balance de alegrías y tristezas, porque la rama biológica, la cual posee un peso importante en la carrera, no era mi fuerte. Sin embargo, en 4to año me enamoré de lo que hacía, me di cuenta que todo lo que había aprendido era la base para lo que quería hacer, pero recién estaba a mitad de camino…
Avanzando en la carrera, descubrí la Electrónica, la programación, la física, la interrelación con el cuerpo humano, el procesamiento de señales y muchas cosas más, pero decidí seguir especializándome por todo aquello que fuera tecnología de punta en la rama de la electrónica. Finalmente me recibí en 2016, realizando un proyecto que fue un pequeño grano de arena en el mundo de las interfaces cerebro computadora, pero que sin embargo había unido todas mis pasiones en un único trabajo.
Durante mis estudios en la facu, encontré que la docencia era algo que me encantaba. Comencé como ayudante ad-honoren en un materia de 4to año, llamada “Electrónica Programable” y continué por unos cuatro años, ya que era algo que también disfrutaba mucho. Por otro lado, en mi último año comencé a trabajar haciendo mantenimiento y participando un poco en la fabricación de ciertos equipos médicos en una pequeña empresa local. Sin embargo, luego surgió la posibilidad de desarrollar software embebido para equipos médicos con un laboratorio de la universidad de Entre Ríos, por lo que allí migré.
Respecto a esta última experiencia, encontré que fue una de las más satisfactorias. Sin embargo, por el tipo de trabajo y encontrándose en la línea de investigación y desarrollo, no era lo más solicitado del mundo. Así que luego de analizar y probar con diferentes posibilidades a lo largo del año 2017, fui admitido para hacer un doctorado en ingeniería electrónica en la Universidad de Valencia, España, para investigar sobre implementación de redes neuronales en FPGAs comenzando en 2018. Esto vendría a ser como una investigación sobre técnicas para hacer a los programas más inteligentes y que se puedan colocar en circuitos electrónicos cada vez más pequeños, como por ejemplo, un dron, un auto o una tostadora… por qué no..
Finalmente, con el paso del tiempo te das cuenta que cada persona va a buscar algo diferente, pero lo importante es que persigas lo que realmente ames, aunque... siempre hay un aunque, las condiciones ideales difícilmente se den, por lo que es cuestión de arriesgarse y tomar la iniciativa.