¡Hola a todos!
Me presento…
Soy Gustavo Giacosa egresado en la carrera Técnico Superior en Turismo. Me recibí en el año 2015 en el Instituto Sol.
Cuando arranqué la carrera pensaba que la profesión era la de viajar y conocer el mundo, de hecho todos mis compañeros, (hoy colegas), pensaban lo mismo. Pero ya, desde el primer día de cursado, nos aclararon que esa era una de las miles de posibilidades que había en lo que respectaba a la salida laboral.
Gracias a mi curiosidad y mis ganas de participar durante los años de cursado, fui ganando una gran experiencia laboral. Participaba de eventos de diversos tipos, sean o afines a mi carrera y, era allí donde iba conociendo a los referentes de Turismo de la ciudad, tanto de la gestión pública como privada. Me iba dando cuanta que la salida laboral era muy amplia ya que realmente podía trabajar en diversas partes.
Recuerdo cuando me anoté a una pasantía de verano en “La Posada del Qenti”. La Posada es un lugar emblemático de Córdoba (Icho Cruz), cerca de Carlos Paz, donde si bien es un hotel y cumple las funciones como tal, tiene por objetivo que la gente que se hospeda allí pueda bajar de peso, deje de fumar, libere el stress, entre otras cosas. Es decir es bastante exclusivo y súper personalizado el servicio.Por ejemplo, cada huésped era seguido de cerca por un nutricionista y médico clínico durante toda su estadía.
Particularmente lo que más disfrutaba de aquella pasantía era poder realizar salidas matutinas bien temprano con los huéspedes. Si bien, el objetivo era que puedan bajar de peso e interactuar al aire, aprovechando que la naturaleza me apasiona, hacía a la vez de guía y, una vez que volvíamos al hotel, nos dirigíamos al gimnasio dónde en conjunto con los profes de gimnasia me encargaba de hacer una especie de relajación post caminata. También, pasé por el área de recepción, la cual me gustaba bastante porque estaba en contacto con las personas y, al haber pocas habitaciones, se formaba una linda relación con los huéspedes.
Punto y aparte para con los chicos que fui. Creo que eso es lo que rescato de todas mis experiencias. El convivir con otras personas que durante, en este caso un mes, hacían de tu familia. Hasta aprovechábamos los francos para salir a bailar dada la corta distancia que había con Carlos Paz.
Una vez finalizada esta pasantía, era hora de volver a Santa Fe,pero me fui dando cuenta que mi vocación tenía que ver con el servicio y con el buen trato hacia las personas.
Luego del paso por la hotelería me surge la posibilidad de realizar, en primer momento, una pasantía no rentada y luego, al año siguiente, otra rentada en el área pública de la ciudad de Santa Fe; en la Subsecretaria de Turismo. Realmente disfruté mucho de la gestión pública. Si uno lo desea puede generar proyectos para que la ciudad crezca en relación al turismo. Me gustaba mucho hacer las visitas guiadas por nuestra ciudad con chicos del primario y secundario y, además, capacitar a distintas personas que, en su trabajo, tenían indirectamente una relación con el turista como por ejemplo los taxistas, cuida coches, inspectores de tránsito, etc.
Por otro lado, en la Subsecretaría de Turismo sé “cocinaban” muchos de los eventos que eran de gran atracción para la ciudad. Eso implicaba que todas las personabas que trabajábamos allí debíamos colaborar en algo. Trabajar en equipo es lo que más disfruto y sumado al buen grupo de trabajo que había las horas se pasaban muy rápido.
Entre aquellas dos pasantías, volví a cambiar de área y pasé nuevamente a la hotelería. Esta vez el destino eraSalvador de Bahía, Brasil, en el Grand Palladium Imbassai. Si bien había ganado experiencia en La Posada del Qenti, allá todo fue totalmente distinto. Pasé de estar en un lugar con 50 habitaciones a otro con más de 300.
Realmente me marcó a fuego aquella experiencia en todos los sentidos. Uno pensaba que por ser Brasil un país limítrofe las cosas iban a ser un poco más fáciles. ¡Error! Bahía es muy distinta a lo que es el sur de Brasil. Además ahora ya contábamos con huéspedes de muchas partes de Latinoamérica; brasileros, argentinos, uruguayos, peruanos y algún que otro europeo hospedado.
Fueron en el hotel 3 meses de pasantía y seguía confirmando lo que había sentido en La Posada del Qenti. Mi vocación apuntaba al servicio y al buen trato hacia las personas.
Recuerdo que, con los argentinos, particularmente teníamos muy buena relación. Al no haber muchas personas que hablasen español, uno cumplía la función de diccionario e informante turístico. Allí teníamos la particularidad que mientras no usemos la ropa de trabajo podíamos ser un huésped más. Así que era muy común encontrarnos con nuestros compatriotas y compartir una tarde de playa junto a una ronda de mates y más tardes unas caipirinhas.
Fue una experiencia hermosa. Lo que más guardo en mis recuerdos sin dudas fueron los compañeros de trabajo que hice allí. Brasileros, mexicanos, españoles, portugueses y argentinos.Un mix cultural súper interesante que me regaló la vida.
En el 2016 estuve 3 meses trabajando en el Hotel de Campo Colón. Esta fue la primera vez que me encontraba completamente solo en la recepción y aprendí, además de manejar el software de reservas, a hacer un poco de plomero, técnico de aire acondicionado y tv entre otras cosas, ya que mi turno era de 15:30 a 23:30 y después de las 20 horas el personal de limpieza y mantenimiento se retiraban del hotel así que muchas veces me toco aprender a la fuerza otros oficios, lo cual me sirvió mucho.
Una cosa a tener en cuenta es que en los hoteles no existen feriados ni día del trabajador ni feriados puentes. Son 8 horas por día (o más) y los descansos varían. Por ejemplo en Brasil era un descanso cada 6 días y en el Hotel de Campo 2 descanso cada 7 días trabajados.
Luego de algunos meses, cambio de aire para pasar por primera vez a una agencia de viajes, es la salida laboral más común cuando uno se recibe de TST), pero mi función no era la de vender paquetes de viajes o reservar hoteles u aéreos. Me habían contratado para coordinar. Siempre pensé que algún día coordinaría y llegó finalmente ese momento.
Creo que cometí el error de pensar que simplemente era viajar y atender a las personas arriba del colectivo. ¡No, error! Era mucho más que eso. Una persona cuando coordina hace de: historiador, médico, niñero, climatólogo y un sinfín de cosas que hasta que no coordinás no te las imaginás. Ahh… y siempre, pero siempre, se aprende algo nuevo.
Si deseás coordinar tenés que hacerlo porque lo sentís y no por obligación. La gente rápidamente detecta eso y te lo hace saber a veces y otras no.
Cuando estás en esta profesión, lo sos las 24 horas. Si bien existen los beneficios de conocer lugares de nuestra amada Argentina y países limítrofes, nunca deben olvidarse que están trabajando. Así que es súper importante que, además de brindarle un buen servicio en el colectivo, deben estar atento a todas las necesidades de los pasajeros. Charlar con ellos, pasar por todas las mesas durante las comidas para ver como están, acompañarlos a las excursiones (por más que sea la décima vez que la hacés y te la sepas de memoria), etc. Es muy desgastante pero es hermoso.
Como coordinador tuve dos experiencias. Una vez que decidí dar un paso al costado de la primera empresa (Grupo RolSol), porque era de Córdoba y se me hacía muy cansador viajar todas las semanas hasta allá para buscar el bar a bordo, decidí buscar algo en Santa Fe y pude encontrarlo en la agencia RealTour. Tuve mi primer viaje internacional hacia Brasil. Un nuevo desafío porque era un periplo de más de 24 horas de y de yapa teníamos en el medio que realizar el paso hacia otro país lo cual implica que no se deben olvidar los DNI los pasajeros porque en caso de no tenerlos consigo no viajan.
Mientras me encontraba en Brasil coordinando, me llaman del Carmelo Resort & Spa in The Unbound Collectionby Hyatt. Me realizaron una propuesta y es así como nuevamente decido emigrar, en este caso a Uruguay. Así que esta historia del Hyatt se las contaré a mi regreso.
Como conclusión puedo decir que es una carrera hermosa. El instituto y los distintos trabajos que fui teniendo me dieron una gran cantidad de amigos de todo el mundo y reafirmó en mí que mi vocación es el servicio. Que disfruto de entablar relaciones con los pasajeros cuando coordiné o con un huésped cuando arribaba al hotel. Que cuando se despiden de mí me dan un abrazo y unas simples palabras mencionando el buen trato que les di durante su estadía es algo único y reafirma que uno ha elegido la carrera correcta.
Esta carrera tiene la posibilidad que es tan dinámica que pueden trabajar de lo que deseen. Solo ustedes se ponen los límites. Sabiendo varios idiomas pueden aventurarse por el mundo, por cruceros, por donde deseen.
Me considero un afortunado ya que al pasar por hoteles, agencias de viajes y la gestión pública pude ir formándome en diversos aspectos e ir eligiendo que es lo que más deseo en mi futuro laboral.
Particularmente la gestión pública fue lo que más me atrajo y me gustaría el día de mañana poder volver, aunque coordinar te hace salir de la rutina y conocer lugares fantásticos de la Argentina. Lamentablemente en una última profesión es muy común el trabajo precarizado.
La mayoría de mis colegas trabajan en agencias de viajes de la ciudad de Santa Fe y Santo Tomé. Otros amigos que han tenido la posibilidad de realizar pasantías en Brasil por ejemplo, han decido quedarse allí y otros han continuado en la cadena Grand Palladium pero de México.
Como dije anteriormente, los límites se los colocan ustedes. Dejen que los sueños fluyan, vivan capacitándose que el resto llega solito.
Saludos a todos!
TST. Gustavo Giacosa